Ser asertivo es una de las habilidades sociales y de comunicación más importante. Nos permite manifestar nuestros deseos, sentimientos y nuestras necesidades. Con asertividad, conseguimos demostrar dignidad, autoconfianza y respeto por nosotros mismos. La psicóloga de Origen Pilar Conde considera que un aspecto clave de la asertividad es la capacidad de defender nuestras opiniones, manifestar nuestros deseos y sentimientos, sin ofender las opiniones, los deseos o sentimientos de otras personas. Así, las peticiones que se hagan desde la asertividad tendrán más probabilidades de ser escuchadas y de tener éxito. Para algunas personas, nos puede resultar complicado adoptar un estilo asertivo y tendemos hacia un estilo pasivo o agresivo. Pilar Conde nos indica 8 claves para conseguir ser asertivo:
¿Cómo ser asertivo?
- Identifica tu estilo de comunicación. ¿Eres asertivo, agresivo o pasivo? ¿Expresas tus opiniones o prefieres no opinar? Una vez sepas la diferencia entre asertividad, agresividad y pasividad – explicado en un post anterior-, analiza tu estilo de comunicación antes de realizar el cambio. No siempre utilizamos un estilo u otro, hay determinados contextos que hacen que realicemos nuestro estilo comunicacional de una manera u otra, por lo que es importante identificarlo.
- Utiliza la primera persona. Así, podrás transmitir lo que piensas sin culpar a los demás: “yo no estoy de acuerdo”, en lugar de “te has equivocado”. De esta manera, estás asumiendo la responsabilidad por tus opiniones y pensamientos. “Yo pienso”, “yo opino”, “entiendo tu punto de vista, pero el mío es…”.
- Aprende a decir “no”. Si no te sientes bien haciendo algo o no tienes tiempo, no tienes por qué hacerlo. Es mejor expresar tu negativa, pues decir sí cuando en realidad quieres decir lo contrario, puede llenarte de estrés por querer cumplir con todo. Decir “no” es un aspecto clave para defender nuestros derechos, pero muchas veces es difícil utilizarlo. Las personas tenemos el derecho de realizar peticiones, pero entendiendo que los demás están en su derecho de decirnos que sí o decirnos que no.
- Ensaya tu discurso. En caso de que tengas dificultades a la hora de expresar tus sentimientos y necesidades, imagina escenarios parecidos o practica el discurso previamente. Enfréntate de manera progresiva: puedes practicar el estilo asertivo con personas con las que te cueste menos y poco a poco irás adquiriendo seguridad.
- Utiliza el lenguaje corporal adecuado. En el estilo asertivo, cobra especial importancia la comunicación no verbal. Aproximadamente un 70% de la comunicación es no verbal, así que obsérvate en un espejo o pide feedback a tu entorno para conocer qué expresas con tus gestos. El objetivo es actuar y así transmitir confianza, utilizar un tono de voz neutral y calmada, mantener contacto visual y la postura erguida pero relajada.
- Controla tus emociones. Cuando sientas que los sentimientos negativos pueden condicionar tus decisiones, tómate unos segundos para calmarte, respira profundamente, y después expresa tu opinión o tus pensamientos de manera tranquila y con coherencia. Posponer determinadas conversaciones o decisiones es una muestra de control, pocos aspectos sociales requieren una solución inmediata.
- Defiende tus opiniones y derechos. Argumenta con convicción sin cambiar de posición por temor a perder aceptación. Hazles entender, con respeto, que vales lo mismo que ellos. Y al revés lo mismo: no invalides las opiniones del resto pues son tan válidas como las tuyas.
- Aprende a manejar el estrés. Con enfado o estrés, la manera de pensar no es racional, es distinta a la forma en que pensarías con tu mente calmada. Por lo que si sientes sensaciones de enfado, retírate, regula las emociones, y cuando te encuentres preparado, vuelve a retomarlo.
Siéntete en tu derecho de expresar lo que te molesta o incomoda. Siempre existe una forma de defenderse sin herir los sentimientos de los demás.