¿Te ha ocurrido alguna vez que estás conociendo a alguien y de repente «desaparece», dejas de saber de él o ella como por arte de magia. Todo «parecía» ir bien o al menos esa era tu sensación y entonces ves que no te contesta a tu último mensaje o mensajes, llamada o llamadas. ¿Sabes que este fenómeno se conoce como «ghosting» y lamentablemente se ha hecho más frecuente? Te contamos en qué consiste y te damos consejos para afrontarlo.
¿Qué es el ghosting?
El «Ghosting» proviene de la palabra inglesa Ghost que significa: fantasma. ¿Cuál es una de las principales características de los fantasmas? Desaparecer.
En nuestra sociedad actual, en la que vivimos rodeados de redes sociales ha aparecido el término «Ghosting» para darle nombre a una práctica que en ocasiones se da en las relaciones. Desaparecer, de la noche a la mañana sin dar explicaciones. Sin dejar rastro, pudiendo provocar esto en la otra persona sensación de frustración, incomodidad, no comprender, tristeza, rabia, bloqueo mental, entre otras sensaciones desagradables.
¿Por qué aparece el Ghosting?
Aunque cada persona es un mundo y cada relación un Universo, de manera general podemos atribuir como característica de aquellas personas que hacen «Ghosting» una falta de capacidad afectiva. Una falta de empatía y de gestión emocional que les lleva por un lado a:
- No ser capaces de afrontar la situación que están viviendo. Quizá ha pasado algo en sus vidas, ha aparecido alguien que no esperaban, han cambiado sus sentimientos. Hay cambios externos en su vida o internos que no son capaces de identificar y de afrontar de manera madura y la única vía de escape que encuentran es «desaparecer».
- Además, no son capaces de empatizar con la otra persona, ponerse en su lugar y asumir que esta manera de actuar puede generar sensaciones muy desagradables en la otra persona. Seguramente una parte de ellos «sepa» el daño que están ocasionando. Pero deciden acallar esa voz, ocultarla porque no se sienten capaces de asumir las consecuencias que supondría escucharla.
¿Deben ser las personas conscientes de la responsabilidad afectiva?
Creemos que aquí hablamos de algo generacional donde se juntan dos factores:
- Por un lado, aunque cada vez estamos mejorando más en el autoconocimiento personal que va de la mano de conocer, entender y gestionar nuestras emociones; aún es una realidad que una gran mayoría de personas no ha hecho este trabajo consigo mismo. Una de las consecuencias de estas «taras» es que aparecen conductas poco altruistas y egoístas hacia los demás.
- Además, el mundo inmediato de las redes sociales con tantas posibilidades al alcance de nuestra mano y entre ellas la capacidad que crea de ser un vehículo a través del cual se crean y mantienen relaciones hace tan fácil como un click el desaparecer de la vida de alguien.
Una consecuencia de las redes es desconectarnos del «mundo real», pues se trata de un mundo virtual donde los «personajes» son de carne y hueso. Muchas veces facilita la distancia emocional del otro pues resulta más fácil realizar actos que a la cara nos resulta más complicados. Además, nos hace perder la perspectiva de que la otra persona siente y padece como cualquier otro ser humano.
Por eso, sin duda creemos que con ayuda las personas cada vez debemos a tender a ser conscientes de la responsabilidad afectiva que tenemos. Primero con nosotros mismos, pues si no sabemos cuidar a los otros seguramente venga de que no estamos cuidándonos bien a nosotros mismos y nuestro mundo interno. Y, como consecuencia natural mejoremos así las relaciones con los demás.
Los seres humanos podemos darnos amor o provocarnos dolor. Entender nuestras emociones, saber cómo funcionamos y las emociones de los de enfrente nos permiten dar más amor que dolor y, todo aquello que damos al de enfrente vuelve a nosotros.
Cómo superar el ghosting
El primer paso: ser consciente de la situación que estás viviendo. Al principio es normal que tu mente quiera encontrar cualquier escenario en el que pueda justificar que aquello que está pasando no se corresponde con el peor escenario posible: que esa persona que te había regalado tantos buenos momentos y expectativas futuras de repente no esté más. Te recomendamos que hables con personas de confianza sobre la situación y te ayuden a valorar si está situación es un Ghosting.
El segundo paso: dejarte sentir toda la oleada de emociones desagradables que te irán asomando. Miedo, desesperanza, desconsuelo. Y que indagues en qué tipos de pensamientos invaden tu mente en estos momentos. Muy probablemente una parte de ti quiera encontrar culpables y puede que sin darte cuenta lo busques en ti. «Y si hubiera hecho esto…» , «Y si no hubiera hecho esto…» . Un montón de «Y si…» Intenta parar esta rueda. Aquello que ha pasado tiene que ver más con la otra persona que contigo, tú no eres responsable de que la otra persona no sea capaz de asumir su situación. Tú si eres responsable de cuidarte ahora, sanar esta herida y seguir avanzando.
El tercer paso: cuidarte. Dentro de este cuidado te recomendamos pedir ayuda profesional si sientes -como es normal- que te está costando afrontar lo que has vivido. Se trata de una situación que puede llegar a ser muy intensa. No importa el tiempo que hayas pasado con esa persona, puede haber sido un mes pero que haya removido en ti muchas cosas y afrontar esta nueva situación, es difícil.
Nos gusta pensar que todo lo que pasa pasa por algo o, al menos podemos encontrar algo bueno de todo ello. Las situaciones adversas nos «obligan» a sacar lo mejor de nosotros si somos valientes para superarlas. «Utiliza» esta situación para ver qué se ha removido en ti y no olvides que cada persona es un mundo. Tu última experiencia no marcará la próxima, confía en ti y aprende a volver a confiar en los demás. Estamos aquí para ayudarte a ello.