Los problemas sexuales de pareja son bastante más habituales de lo que pensamos. Pero ya sea por vergüenza, por dejadez o por minimizarlos, en general cuesta reconocerlos, hablar de ellos y buscar su solución. Y como sabes, la sexualidad constituye uno de los pilares para el vínculo, el buen funcionamiento y el bienestar emocional de una pareja a largo plazo.
La sexualidad es una forma de conectar con el otro, de sentirte cercano y de expresar el amor que tienes por la persona que duerme contigo al otro lado de la cama. Por eso, cuando el sexo deja de funcionar en pareja, la falta de sexualidad llega a producir un grave deterioro y una profunda erosión en la relación.
La insatisfacción sexual puede generar sentimientos de frustración, baja autoestima, distanciamiento con la pareja, infidelidades y terminar incluso, en los casos en que no se trata, en la ruptura de la pareja. Si hay un asunto delicado -incluso tabú- para mujeres y hombres y sus relaciones, sin duda es este. No es fácil plantearlo con las amistades. Y más doloroso aún hablarlo con la pareja.
Así que, en vez de hablar claro y directamente con la pareja, con demasiada frecuencia preferimos ir evitando al máximo los acercamientos, y consolarnos recordando lo que tiempo atrás tuvieron de vida sexual apasionada y satisfactoria.
Sin embargo, por sombrío que parece el panorama en este triángulo amor-pareja-sexualidad, no hay tienes porqué resignarte.
Incluso si crees haberlo intentado todo, siempre puedes contar con la ayuda necesaria acudiendo a terapia de pareja para recuperar la intimidad, la conexión y reducir esa distancia emocional que ahora parece insalvable.
Y si todavía tienes dudas, en este artículo encuentras algunas de las principales causas de los problemas sexuales en la pareja. Tratados siempre desde el punto de vista de las diferencias no resueltas en la relación y el deterioro de esta, sin entrar a valorar la existencia de un problema sexual en sí mismo, tanto en la mujer como en el hombre (frigidez, impotencia, anorgasmia, disfunción eréctil, etc.).
Para que puedas abordar el problema de frente y trabajar junto a tu pareja en encontrar pronto una mejor solución.
Valora cómo amas a tu pareja: el triángulo del amor del Dr. Sternberg.
Es una de las teorías más conocidas del amor: la teoría triangular del amor o el triángulo de amor, del psicólogo norteamericano Robert Sternberg. Según este prestigioso profesor de la Universidad de Yale, el amor se compone de 3 cualidades que se deben manifestar en cualquier relación amorosa para que esta se considere buena o completa:
- intimidad: se refiere al sentimiento de cercanía, a la conexión entre las dos personas que forman parte de la historia de amor, a la empatía entre ambas, a la confianza, a la amistad, al acercamiento y al afecto.
- pasión: la excitación o la energía de la relación. El deseo sexual o romántico, la búsqueda de la unión física y emocional, el impulso o la necesidad de estar con la otra persona y de tener relaciones íntimas.
- compromiso: la decisión de seguir en la relación, independientemente de sus altibajos. La responsabilidad y el trabajo que significa mantener el vínculo en el tiempo.
Tres elementos que en la práctica están entremezclados en diferentes porcentajes. Y que, ¡buenas noticias!, saber distinguirlos desde un marco teórico ayuda a comprender el fenómeno del amor y a reconocer mejor sus matices y detalles.
Dependiendo de sus combinaciones las relaciones amorosas de pareja serán diferentes: por ejemplo, para que lo entiendas, en una nueva relación predominarán la pasión por encima de la intimidad y el compromiso.
Algunas de los causantes de estos problemas son más cotidianos de lo que pensamos, pero no les damos importancia porque lo vemos «normal» o como hemos mencionado antes nos da «vergüenza» hablar sobre ello Incluso a veces esta incomodidad impide que lo hablemos incluso con nuestros seres queridos más cercanos. Pero te preguntarás, ¿cuáles son estas causas?¿padeceré alguna de ellas? A continuación, te daremos una lista de las más habituales que generan problemas en las parejas:
- Poco tiempo libre, lo cual reduce el tiempo a pasar en pareja.
- Falta de comunicación y cercanía.
- Discusiones frecuentes, que hacen que se tense la relación.
- Asexualidad o rechazo del sexo por parte de uno de los miembros.
- Sexo sin afecto, que provoca el enfriamiento de la relación.
- Inestabilidad económica, que provoca estrés y ansiedad.
- Cambios físicos en una de las partes, que pueden conducir al rechazo.
- Enfermedades físicas o psicológicas.
- La rutina, que también reduce el tiempo a pasar en pareja.
- Sexo poco dinámico, que hace que deje de ser pasional.
- Las disfunciones eréctiles, que se interpreta como una «falta de deseo».
- Diferencias en cuanto al deseo sexual.
- Dificultades para alcanzar el orgasmo.
- La eyaculación precoz, ya que se pierde la erección.
- El vaginismo, que impide la penetración vaginal.
Otro factor causante de estos problemas sexuales es la llegada de los hijos, sabemos que es un momento feliz y que aviva la relación familiar, pero en cuanto a sexo se refiere, hablamos de un factor que dificulta los encuentros sexuales debido al aumento de responsabilidad, el estrés y la falta de intimidad.
Diferentes tipos de amor en pareja o combinaciones según la psicología.
Robert Sternberg establece en su teoría triangular del amor 7 formas de amar en pareja:
- Relación de cariño: cuando existe intimidad, pero no pasión ni compromiso. Solo gran cercanía, una relación de amistad.
- Amor vacío: no hay ni intimidad ni pasión, solo compromiso por ambas partes. Es más habitual en relaciones de larga duración.
- Encaprichamiento: relaciones basadas solo en la pasión. Son relaciones pasajeras y superficiales.
- Amor romántico: existe pasión e intimidad, pero no compromiso, aunque este puede acabar apareciendo cuando la pareja comparte muchas experiencias juntos.
- Amor sociable o de compañía: hay intimidad y compromiso, pero no pasión. Esta relación puede parecer satisfactoria para los miembros y durar mucho tiempo.
- Amor fatuo: no hay intimidad, pero existe un compromiso a menudo motivado por la pasión. Alguna de las dos partes, habitualmente, no ha podido confiar en el otro.
- Amor consumado: la relación ideal. Es la definición del amor completo: existe intimidad, compromiso y pasión.
El equilibrio entre intimidad, pasión y compromiso varía según avanza la relación de pareja. Cuando no están presentes, Sternberg habla de “no amor”. Y añade en su teoría que mantener el amor consumado resulta más complejo que alcanzarlo, por lo que la pareja necesita trabajar estos tres elementos.
Conocer estos 3 ingredientes del amor puede ayudarte a distinguir en qué momento de tu relación de pareja necesitas mejorar cualquiera de ellos. O ayudarte a tomar la decisión de no continuarla. Y su teoría concluye en que, sin una profunda expresión de los tres, hasta el amor más auténtico puede morir.
Señales de problemas sexuales con tu pareja.
Reconocer los problemas sexuales en la pareja puede ser difícil, pero hay signos que indican que algo no va bien. Aquí tienes algunas señales claras que pueden alertarte de que necesitas trabajar en estos aspectos de tu relación:
Falta de deseo o interés sexual.
Si uno o ambos sentís una disminución en el deseo, puede ser señal de que algo está afectando a vuestra conexión íntima. A veces, el estrés o la rutina son los culpables, pero es importante hablar abiertamente sobre ello.
Solución: dedica tiempo a fortalecer la intimidad emocional, planifica momentos de conexión y busca la ayuda de un terapeuta sexual si es necesario.
Evitación de la intimidad física.
Cuando las caricias, los besos o el contacto físico empiezan a desaparecer, la relación puede verse afectada. La distancia física puede ser un reflejo de tensiones emocionales no resueltas.
Solución: comunica tus necesidades y emociones de forma clara y asertiva. A veces, la distancia física es el resultado de resentimientos que se pueden resolver con una conversación honesta.
Insatisfacción constante después de las relaciones sexuales.
Si uno o ambos miembros de la pareja no sentís satisfacción tras vuestros encuentros sexuales, esto puede generar frustración y resentimiento.
Solución: hablar sobre lo que le gusta a cada uno en la intimidad es fundamental. Considerad explorar juntos nuevas formas de disfrutar su sexualidad.
Discusiones o tensiones relacionadas con el sexo.
Si el tema del sexo se convierte en un motivo frecuente de discusiones, es una señal de que algo no está bien.
Solución: evita los reproches y elige momentos tranquilos para hablar del tema. Un profesional puede ayudar a mediar esas conversaciones de manera constructiva.
Falta de conexión emocional.
La intimidad sexual es un reflejo de la conexión emocional en la pareja. Si se ha perdido esa conexión, el sexo puede convertirse en una fuente de conflicto en lugar de placer.
Solución: trabajad juntos para fortalecer la relación emocional a través de actividades con las que disfrutéis ambos, compartid tiempo de calidad y llevad a cabo ejercicios de comunicación efectiva.
Todos estos problemas no tienen por qué ser definitivos. Con compromiso y el apoyo adecuado, verás que es posible recuperar la armonía en la relación sexual y fortalecer el vínculo de pareja.
Temperatura de tus relaciones sexuales en pareja.
La intimidad sexual es como el termómetro de una relación de pareja. Cuando la temperatura baja, si no hay problemas físicos en ninguno de sus miembros que lo justifiquen, es fácil que surjan dudas, inseguridades o tensiones, tanto en la relación como en cada uno de ellos.
Tal vez pueda suceder que ya no te sientes deseada(o), o que tus relaciones sean menos frecuentes.
Es normal preocuparse.
Pero más importante es entender que la «temperatura» en la cama no siempre se mantiene estable, y eso no significa que algo se haya roto de forma definitiva. Las causas pueden ser muchas: estrés, problemas emocionales, falta de comunicación, o incluso cambios físicos. La buena noticia es que, así como la temperatura sube y baja, volver a encender la chispa es posible. Lo esencial es hablar con tu pareja desde la empatía, entender qué está afectando la relación y, si es necesario, acudir a un especialista.
En ocasiones, pequeños cambios en la manera de comunicar deseos o en la rutina diaria pueden marcar una gran diferencia.
No estás solx, ni tu relación está condenada. Con el apoyo adecuado, siempre es posible ajustar la temperatura y recuperar la conexión sexual, tal y como puedes escuchar en este enlace a nuestro pódcast Conexión Origen.
Causas de los problemas sexuales con tu pareja.
Algunos de los causantes de estos problemas son más cotidianos de lo que piensas, pero no les das importancia porque lo llegas a ver normal o porque te da vergüenza hablar sobre ello. Incluso a veces esta incomodidad impide que lo hables incluso con tus seres queridos más cercanos.
¿Cuáles son estas causas? ¿piensas que igual padeces alguna de ellas? Aquí tienes una lista de las más habituales, responsables directas de generar problemas en las parejas:
- Escasez de tiempo libre, lo que reduce el tiempo de calidad a pasar y disfrutar en pareja.
- Falta de comunicación y cercanía.
- Discusiones frecuentes, que hacen que se tense la relación.
- Asexualidad o rechazo del sexo por parte de uno de los miembros.
- Sexo sin afecto, que provoca el enfriamiento de la relación.
- Inestabilidad económica, que provoca estrés y ansiedad.
- Cambios físicos en una de las partes, que pueden conducir al rechazo. Baja autoestima.
- Enfermedades físicas o psicológicas.
- La rutina, que también reduce el tiempo a pasar en pareja.
- Sexo poco dinámico, aburrido, sin expectativas, que hace que deje de ser pasional y divertido.
- Diferencias en cuanto al deseo sexual.
- Miedo a no estar “a la altura”.
- Inseguridades, vergüenza.
- Expectativas irreales e idealizadas en cuanto al sexo.
- Disfunciones eréctiles, que se interpreta como una «falta de deseo».
- Dificultades para alcanzar el orgasmo.
- La eyaculación precoz, ya que se pierde la erección.
- El vaginismo, que impide la penetración vaginal.
La llegada de los hijos: un desafío para la intimidad sexual de la pareja.
La llegada de un hijo es un momento lleno de alegría, pero también puede traer desafíos a la relación de pareja. El cansancio, las nuevas responsabilidades, el cambio en las dinámicas familiares y la dificultad para “encontrar el momento” pueden disminuir la intimidad.
Lo que antes era tiempo para dos, ahora se ve invadido por el cuidado y la atención a los hijos. Esto puede generar una desconexión emocional y sexual que, si no se atiende, afecta a la relación. Es muy importante reconocer este obstáculo y entender que es normal, pero no irreversible. Con apoyo y comunicación, se puede recuperar esa conexión perdida.
Consecuencias de tener problemas sexuales con tu pareja.
Diferentes estudios señalan que lo habitual es tener sexo con tu pareja entre 2 y 3 veces por semana. Aunque hay parejas que mantienen relaciones una vez a la semana, mientras que otras lo hacen hasta 5. En definitiva, que estas medias no constituyen un estándar normativo. Entonces, ¿cuándo podemos hablar de falta de relaciones sexuales con tu pareja?
El séxologo y escritor Fernando Villadangos afirma que la falta de deseo como tal se alcanza cuando uno de los dos miembros de la pareja es capaz de afirmar que no tiene apetito sexual. En esos casos, los principales efectos de no tener relaciones sexuales con la pareja se traducen en:
Baja autoestima.
El sexo contribuye al bienestar, aumenta la sensación de ser querido y valorado, mejora la relación con el propio cuerpo y ayuda a liberar el estrés diario. Su ausencia puede generar el efecto contrario: disminuye la autoestima, cuesta más desconectar de las preocupaciones y se reduce la sensación de conexión y deseo en la pareja. Estos cambios pueden favorecer la aparición de problemas como la ansiedad, la depresión y dificultades emocionales, afectando tanto la calidad de vida como la relación de pareja.
Estrés, menor equilibrio emocional y cambios de humor. El estrés y la inestabilidad emocional pueden acumularse y generar conflictos, afectando las relaciones. En una pareja que pasa mucho tiempo junta, pero tiene problemas de comunicación, la falta de intimidad puede agravar esta tensión, aumentando el riesgo de separación y divorcio.
Problemas de aislamiento social.
El sexo libera endorfinas, las cuales mejoran el estado de ánimo y fomentan el deseo de interactuar socialmente. Cuando hay menos endorfinas es más probable aislarse, lo que puede afectar la autoestima, el sueño y generar malestar general.
Malestares físicos.
La falta de sexo en las relaciones de pareja puede generar malestar físico ya que el cuerpo no libera tensiones ni disfruta del placer, lo que afecta el bienestar general. Esto, a veces, en el caso de la mujer llega a confundirse con síntomas de la menopausia.
Mala calidad de sueño: debido al estrés, depresión y otros efectos de su ausencia perdemos la calidad del descanso y su calidad disminuye.
Aumento del sentimiento de soledad. La falta de actividad sexual en la pareja puede aumentar la sensación de soledad, relacionada con la baja autoestima, el malestar físico y emocional, y el aislamiento. Una realidad que puede llevar a una pérdida de control emocional, provocando conflictos o incluso el fin de la relación.
Infidelidades: la falta de relaciones sexuales puede llevarnos a buscar esa carencia en otras personas y dar pie a infidelidades, que a su vez nos conducen a una mala relación sentimental e incluso al fin de esta.
Problemas sexuales de la mujer en la relación de pareja.
El sexo para las mujeres no siempre es tan sencillo como la sociedad nos lo hace parecer. Los problemas sexuales en una relación de pareja pueden ser profundamente emocionales y muy a menudo difíciles y complejos de expresar con claridad, comodidad y confianza. Uno de los problemas más comunes es la falta de deseo sexual, que puede estar influenciada por múltiples factores: desde el estrés diario hasta cambios hormonales, como el embarazo o la menopausia. En muchas ocasiones, la mujer se siente culpable por no desear el sexo, temiendo que su pareja lo interprete como falta de amor o atracción.
Otro problema frecuente es el dolor durante las relaciones sexuales, conocido como dispareunia. Esto puede estar relacionado con problemas físicos, como infecciones o sequedad vaginal, pero también puede tener raíces psicológicas, como el miedo o la ansiedad. Cuando el sexo duele, se transforma en algo que la mujer teme, con lo que puede crear un muro invisible entre ella y su pareja.
La dificultad para alcanzar el orgasmo es otro desafío. Mientras que algunas mujeres pueden tardar más en alcanzarlo, otras nunca lo logran. Esto puede generar frustración y sentimientos de insuficiencia, tanto en la mujer como en su pareja, afectando la dinámica de la relación.
Las mujeres, al igual que los hombres, a menudo tienen dificultades para hablar abiertamente de estos problemas, por miedo a ser incomprendidas o juzgadas. Sin embargo, la clave está en la comunicación y en entender que la intimidad no se trata solo de sexo, sino de conexión emocional.
Problemas sexuales del hombre en la relación de pareja.
El hombre, muchas veces, enfrenta desafíos sexuales que pueden sentirse como un peso invisible sobre su relación de pareja. Aunque la sociedad ha pintado una imagen de que siempre debe estar «listo» para el sexo, la realidad es muy distinta.
La disfunción eréctil es uno de los problemas más comunes. Puede estar causada por el estrés, la ansiedad, problemas de salud o incluso la presión que siente por «rendir». Un tema que puede volverse, nunca mejor dicho, en un elefante en la habitación, generando vergüenza, frustración y distanciamiento con su pareja.
La eyaculación precoz también afecta a muchos hombres. Este problema puede hacer que se sientan inadecuados, creando un ciclo donde la preocupación de «fallar» empeora la situación. Esto no solo impacta su autoestima, sino que también puede generar una desconexión emocional con su pareja.
La falta de deseo sexual es otro aspecto que pocos hombres se atreven a hablar. Factores como el estrés laboral, el agotamiento o preocupaciones económicas pueden apagar el deseo sexual. Pero cuando esto ocurre, la pareja puede sentirse rechazada, dando lugar a malentendidos y sentimientos heridos.
El hombre tampoco se siente cómodo hablando de estos problemas. En lugar de abrirse, muchos prefieren callar y aislarse, lo que solo empeora la situación. Sin embargo, el primer paso hacia la solución es reconocer que es un problema que puede afectar a cualquiera, y que merece atención, comunicación y apoyo.
Falta de sexo en la pareja: 8 consejos y una solución infalible para mejorar problemas sexuales.
¿Todo esto tiene solución?, la respuesta es sí. A continuación, te damos algunos consejos para solucionar estos problemas sexuales en la relación de pareja. Aunque no los sufras, recuerda que siempre es mejor prevenir que curar.
1.Comunícate asertivamente con tu pareja.
De forma abierta, clara y honesta. Quítate los tabúes y habla del sexo con naturalidad, expresa tus deseos y tus sentimientos. Aprenderás lo que te gusta o no del otro en cuanto a sexo se refiere. Escucha sin juzgar y permite al otro expresar sus deseos y necesidades sexuales sin que sienta temor a las críticas o al rechazo.
2.Cuídate más, por ti y por tu pareja.
El autocuidado es clave para una vida sexual plena en pareja. Tu bienestar físico y emocional impacta directamente en cómo disfrutas de la intimidad. Mantén un estilo de vida saludable con buena alimentación, ejercicio y descanso adecuado. Además, reducir el estrés mediante meditación o yoga mejora tu disposición para el placer. Cuidarte a ti mismo te convierte en un compañero más presente y apasionado, lo que fortalece la relación y la intimidad.
3.Conoce tu propio cuerpo y el de tu pareja.
Dedica tiempo a conocer tu cuerpo, tus deseos y aquello que realmente te genera placer. Antes de guiar a tu pareja hacia tu satisfacción, es fundamental que explores y comprendas profundamente cómo reaccionan tu mente y tu cuerpo a cada estímulo. Identifica tus zonas erógenas y explora los límites de tu propio placer. La educación sexual es clave para mejorar la vida en pareja. Explorar nuevas técnicas y prácticas sexuales mantiene la chispa viva y fortalece la conexión. Estar informado y abierto a nuevas experiencias enriquece la relación y potencia la satisfacción mutua.
4.Fortalece y prioriza vuestra intimidad emocional.
Si no existe entre vosotros una base firme de intimidad emocional, vuestra vida sexual puede sentirse vacía y carecer de una auténtica conexión. Es muy importante priorizar momentos íntimos juntos, no tienen por qué ser estrictamente sexuales, sino compartir momentos, situaciones y experiencias juntos de calidad que fortalezcan la conexión emocional.
5.Seduce, seduce, seduce.
La seducción es clave para mantener la pasión en la vida sexual en pareja. Al experimentar con juegos preliminares creativos, sorpresas inesperadas y nuevas formas de estimular el deseo, revitalizas la intimidad y fortaleces la conexión emocional. La anticipación y el juego constante son esenciales para alcanzar y mantener en el tiempo que dure la relación una vida sexual plena y satisfactoria, manteniendo viva la emoción y el vínculo entre ambos.
6.Mantente activa/o.
No pases a la parte pasiva del sexo, tómatelo como un juego y sorprende a tu pareja. Explorad juntos: cread un ambiente de confianza y respeto mutuo en el que ambos podáis disfrutar de nuevas experiencias y fortalecer vuestra conexión e intimidad en pareja. Imagina, la disposición a probar posturas, juegos y juguetes sexuales, lugares, etc., mantiene viva la chispa y el fuego de la pasión. Agrega variedad y emoción a tus encuentros íntimos.
7.Organízate con tu pareja.
Intenta sacar tiempo para estar con tu pareja, para tener momentos románticos e íntimos. Disfrutar plenamente del tiempo en pareja es clave para mejorar la vida sexual. Elimina distracciones como dispositivos electrónicos y crea un espacio tranquilo para conectar de manera auténtica. Practicar la atención plena durante la intimidad te ayuda a enfocarte en el presente y aumentar la conexión emocional y física. Al estar más presente y consciente, la satisfacción y la intimidad crecen, haciendo que los momentos juntos sean más significativos.
8.Cambiar es positivo.
No temas al cambio en tu vida sexual en pareja. Los deseos y necesidades evolucionan con el tiempo, así que adapta tus expectativas y mantén una comunicación abierta con tu pareja. Acepta las transformaciones naturales, como el envejecimiento o el estrés, y enfréntalas juntos con paciencia. Abrazar el cambio puede enriquecer tu vida sexual, ofreciendo nuevas formas de conexión y placer. El cambio es una oportunidad para crecer y explorar en tu relación.
Y una solución infalible para mejorar la falta de sexualidad en la pareja.
Si estás encontrando como pareja dificultades en tu vida sexual, que no eres capaz de resolver por ti mismo ni entre ambxs, buscar ayuda profesional puede ser una solución efectiva. La terapia de pareja ofrece un espacio seguro para explorar problemas sexuales y emocionales, facilitando la comunicación y la comprensión mutua. Un psicólogo experimentado puede ayudar a encontrar soluciones y fortalecer tanto la relación como la vida sexual.
Tratamiento psicológico de los problemas sexuales de pareja en Clínicas Origen.
Desde Clínicas Origen nuestra Terapia de Pareja ofrece soluciones psicológicas que pueden ayudar cuando la relación está pasando por un mal momento y existe la voluntad por ambos miembros de recuperar la pasión, la emoción y el deseo perdidos.
Como resultado del tratamiento psicológico:
- Mejoras la comunicación
- Recuperas la ilusión perdida
- Adquieres herramientas para gestionar las dificultades que puedan presentarse
- Fortaleces el vínculo de la pareja
- Aumenta la calidad de vida familiar
Dentro del tratamiento de las dificultades sexuales en la pareja el trabajo terapéutico puede abarcar alguna de las siguientes opciones, siempre ajustándolo al contexto concreto de cada miembro de la pareja.
- Detección de motivos de los problemas sexuales
- Fomento de la comunicación entre los miembros de la pareja acerca de las preferencias sexuales y sus inquietudes
- Trabajo de la gestión de las emociones
- Eliminación de los síntomas psicológicos asociados: ansiedad, estrés, etc.
- Trabajo de la autoestima
Tipo de tratamiento psicológico y en qué consiste.
Es un tratamiento psicológico en el que se entrena y ponen en práctica las estrategias y herramientas necesarias para la mejora de la relación de pareja. Está basado en la orientación cognitivo-conductual, por lo que el tratamiento contempla la intervención en tres áreas: los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Y mediante la modificación de ciertos aspectos en cada una de las tres áreas, se observará una mejora progresiva de la relación.
Conclusión.
Enfrentar los problemas sexuales en una relación de pareja no solo es posible, sino que puede ser una oportunidad para fortalecer el vínculo emocional y redescubrir la intimidad perdida. A través de una comunicación abierta, el compromiso mutuo y, si es necesario, el apoyo terapéutico, las parejas pueden superar los desafíos y construir una conexión más sólida. La clave está en no rendirse, sino en trabajar siempre juntos para recuperar la complicidad y el deseo.
En Clínicas Origen, estamos aquí para ayudarte a encontrar el camino hacia una relación más plena y satisfactoria en tu vida de pareja. Si necesitas hablar de tus problemas de pareja, la PRIMERA CITA ES GRATUITA y sin ningún tipo de compromiso para ti.