Consejos para combatir el insomnio
El sueño es un estado fisiológico necesario que se encarga de regular nuestro ritmo biológico, de conservar la energía y almacenar los datos en nuestra memoria. Además, una buena higiene del sueño nos ayuda a desarrollar y mejorar nuestro bienestar emocional. De lo contrario, una duración y calidad del sueño bajas influyen negativamente en nuestra salud y en nuestras actividades cotidianas. Esto, que se conoce como insomnio, es el trastorno más frecuente en la población y consiste en la incapacidad de iniciar el sueño (insomnio de inicio) o permanecer dormido (insomnio de mantenimiento).
El insomnio no sólo afecta por la noche a la persona que lo padece, sino que al día siguiente sufre las consecuencias de no haber tenido un sueño reparador: falta de energía y de concentración, irritabilidad, cansancio, malhumor. Y esto afecta a distintos ámbitos de la vida cotidiana, provocando en el individuo un bajo rendimiento académico o laboral, o un deterioro social. Aunque es una enfermedad por sí misma, puede ser un trastorno aislado, el insomnio, en muchos casos, es un síntoma de otro problema y por lo tanto, es necesario actuar sobre la causa y no sólo sobre los síntomas.
Cómo combatir el insomnio
Principalmente, para combatir el insomnio y las consecuencias derivadas por la falta de descanso, es fundamental mantener una buena higiene del sueño. Para ello, debemos cambiar los hábitos inadecuados en torno al sueño y al descanso, y procurar eliminar o cambiar los pensamientos que aumenten la preocupación.
Estos son algunos consejos para conciliar el sueño
- Limitar el tiempo que pasamos en la cama a las horas que dormimos. Esto es, si pasan más de 15 minutos y no hemos conseguido dormirnos, es recomendable salir de la habitación durante unos minutos y dar un paseo por la casa, por ejemplo, o leer en el salón, hasta que nos entre el sueño. Seguir en la cama, preocupados, sólo agravará el problema. Al día siguiente nos levantaremos a la misma hora, a pesar de haber dormido poco.
- Levantarnos siempre a la misma hora. Generalmente, las personas con insomnio pueden levantarse tarde por las mañanas, y como consecuencia, nos costará conciliar el sueño a la noche siguiente.
- Acostarnos siempre a la misma hora y así hacer del sueño un hábito. Si somos disciplinados y generamos un hábito, nos resultará más fácil conciliar el sueño todas las noches a la misma hora.
- Asociar la cama con el sueño. Para ello, es fundamental evitar usar el dormitorio para realizar otras actividades distintas a dormir. Así asociaremos nuestra habitación con relajación y sueño, en lugar del lugar donde nos cuesta conciliar el sueño (acompañado siempre de preocupaciones), o donde vemos la tele o trabajamos.
- Es fundamental desconectar o alejar los dispositivos electrónicos. La luz del móvil, por ejemplo, al recibir una notificación, es un estímulo que dificulta nuestra relajación.
- Realizar actividades de desaceleración dos horas antes de acostarse. Una lectura agradable, ver algo tranquilo, pero no actividades que nos hagan estar activos.
- Evitar el consumo de cafeína a partir de las 18 horas.
Estos consejos para evitar el insomnio y mejorar la cantidad y calidad del sueño son genéricos. Hábitos que podemos incluir en nuestro día a día para mejorar nuestro sueño y conseguir un descanso reparador. Si el insomnio es crónico es aconsejable recurrir a atención personalizada, puede ser que sea un trastorno aislado o que exista un problema asociado que nos impida conciliar el sueño.