Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen, habla en Vogue sobre pedir perdón sin tener la culpa.
Pedir perdón ante hechos de los que no somos responsables se convierte en algo común para muchas personas. Casi no nos damos cuenta, pero en varias ocasiones de nuestra vida diaria, suceden acontecimientos por los que pedimos perdón casi sin pensarlo.
La cuestión importante es si esa condición de arrepentirnos constantemente, a la larga va a llevar a posibles inseguridades y autoexigencias.
Pues bien, Pilar Conde afirma que:
«Cuando no es necesario pedir perdón y se pide, tiene una función de aliviar nuestros propios miedos, pero no es positivo para nuestra seguridad y autoestima«,
Pedir perdón por todo, puede llevarnos a sentirnos culpables por infinidad de acciones, que afectarán a nuestro bienestar y autoestima.
Pilar hace gran hincapié en:
«Las personas que piden muchas veces perdón tienden a priorizar los derechos de los demás por encima de los suyos.«
Aprender a defender nuestros propios puntos de vista nos ayuda a construir una identidad y autoestima personal. Conviene tener siempre presente que: la responsabilidad es proactiva y el sentimiento de culpa, no. Ser responsable te ayudará a detectar errores y solucionarlos, pero sentirte culpable por todo, no.
Si quieres seguir leyendo sobre pedir perdón sin tener la culpa, puedes hacerlo en el artículo escrito en Vogue.