Escuela de padres: Este blog va dirigido a esos padres que no saben qué hacer cuando sus hijos no paran de jugar al nuevo videojuego “Fortnite Battle Royale”.
¿Qué es Fortnite?
Para ponernos en contexto, Fortnite es un videojuego gratuito* que salió al mercado a finales de 2017 para la mayoría de las consolas. Consiste en caer en una isla junto a 100 jugadores, coger armas, munición y curaciones para acabar con tus enemigos y ser el último superviviente. El último jugador en pie gana. No te asustes, el juego es animado y carece de sangre.
Este juego es on-line, es decir, los otros 99 jugadores son personas reales que están jugando desde cualquier parte del mundo. Además, se puede jugar hasta con tres amigos a la vez en el mismo equipo y en la misma partida. Tu hijo se comunica con sus amigos y los demás jugadores a través de auriculares que conecta a su mando de la consola.
En resumen, tu hijo juega a un videojuego gratuito* con sus amigos y con jugadores de cualquier parte del mundo, comunicándose entre ellos de manera sencilla a través de la voz.
¿Por qué es tan popular entre los niños?
Por varias sencillas razones,
- Es atractivo visualmente hablando (se asemeja a una película de dibujos animados).
- Los personajes del videojuego son interactivos. Bailan, hacen gestos y se les puede cambiar la vestimenta pagando pequeñas cantidades de dinero. Un baile o gesto puede costar entre 5 y 15 euros y un traje puede llegar a costar 20 euros. Se puede jugar sin pagar absolutamente nada, pero la mayoría de los niños se han gastado dinero en el juego.
- Las plataformas de “YouTube” y “Twitch” están repletas de videos de Fortnite. Todos los jugadores famosos también están entusiasmados con este videojuego.
- Es entretenido y dinámico. Los niños pueden jugar y comunicarse con sus amigos sin necesidad de estar en la misma casa.
Todas estas razones hacen que la mayoría de los niños estén entusiasmados con este juego y nada más salir del colegio enciendan la consola y se olviden de todo lo demás.
¿Deben los padres preocuparse llegado este punto?
La respuesta no es blanco o negro. Los padres deben darle la importancia que se merece de manera que tomen medidas para controlar la situación y que los niños sean conscientes de que no pueden pasar toda la tarde jugando a un videojuego que les hace distraerse de todo lo demás. Aunque sean pequeños, deben saber distinguir el tiempo libre y el tiempo de ocio con el tiempo de hacer deberes, estar con la familia, hacer actividades saludables, etc.
La situación será peligrosa cuando el niño pueda jugar sin limitaciones siempre que quiera. Por lo tanto, los padres deben evitar llegar a esta situación y establecer límites para que el niño aprenda a distinguir los distintos momentos del día.
Consejos para el uso adecuado de los videojuegos:
Vamos a daros algunos consejos que os ayudarán a gestionar la situación. Entenderles, poner límites y controlar el tiempo.
1. Entender a tu hijo:
Los padres deben entender a sus hijos. Los tiempos han cambiado, las cosas ya no son como antes y debemos aceptarlo. Tus hijos no van a vivir su infancia de la misma manera que vosotros. La tecnología forma parte de sus vidas y debemos afrontarlo de manera positiva. Internet puede ser una herramienta muy útil si se utiliza con control y seguimiento.
2. Hablar con él:
Es aconsejable que los padres tengan una buena relación con ellos. No se debe regañar al niño sino explicarle que la situación va a ser controlada y regulada. Debe entender que jugar a videojuegos es una actividad complementaria junto a otras muchas iguales o más importantes.
3. Dar ejemplo:
Debemos ser el modelo a seguir por nuestros hijos. Los niños tienden a imitar a sus padres, por lo que, si los padres utilizan el móvil durante la comida o la cena, dedican mucho tiempo a ver la televisión o a jugar a los videojuegos, ellos percibirán esa conducta como la correcta y tenderán a imitarla. En resumen, haz lo que quieres que haga tu hijo.
4. Establecer horarios y hábitos de ocio saludables:
Los padres deben establecer franjas horarias para cada actividad que el niño va a realizar durante el día. Debe ser consciente de las actividades que se le han asignado y del tiempo que utilizará para cada una. Por ejemplo,
- De 16:30 a 17:00 merendar
- De 17:00 a 18:00 natación
- De 18:30 a 19:30 hacer los deberes del colegio
- De 19:30 a 20:15 jugar a la consola
- De 20:30 a 21:00 Cenar
Si establecemos horarios el niño entenderá que su tiempo está distribuido de manera proporcional y aprenderá a convivir con el orden. También es importante que la hora y media antes de ir a dormir no juegue a la videoconsola para evitar la estimulación, a esas horas son más convenientes actividades de desaceleración como la lectura, ver la tele, una ducha…
Es conveniente saber que si a la hora de poner límites horarios en el videojuego, los padres observan irritabilidad o ansiedad en el niño, deben contactar con un profesional ya que podríamos estar ante problemas de adicción.
5. Revisar el tipo de juego:
Es recomendable que los padres sepan a qué tipo de videojuegos están jugando sus hijos. Hay que valorar si es adecuado para nuestros hijos dependiendo de la temática, la violencia, las palabrotas o las personas con las que se está comunicando a través de los auriculares. Por esto, es aconsejable sentarte a su lado mientras juega y preguntarle para que te explique un poco como funciona y en que consiste el videojuego, con quien suele jugar, que vocabulario se utiliza, si aparentemente es violento o no, etc. De esta manera podremos decidir si es adecuado o no para nuestro hijo. Además, los padres deberían guiarse por las edades recomendadas de cada juego. En el caso de Fortnite, la edad mínima son 12 años.
Esperamos que estos consejos os sirvan para conseguir entender a vuestros hijos, comunicaros mejor con ellos y aprender a controlar la situación. Si necesitas ayuda para gestionar la situación, lee más sobre nuestra escuela de padres.