Obesidad: El apoyo psicológico contra la obesofobia.

mujer obesa vestida de azul corriendo en la calle feliz disfrutando de la naturaleza

La obesidad y el miedo a engordar

La obesofobia, derivado de obesidad, significa miedo a engordar. El término también puede referirse al temor que suscita en alguien su forma física. En definitiva, denota rechazo a la obesidad y el sobrepeso. Este rechazo, en una sociedad en la que el término de “belleza” mantiene una estrecha relación con delgadez. Quienes no se asemejan físicamente a los modelos que se imponen en la moda o en el lifestyle pueden llegar a sufrir discriminación, a ser ridiculizados y a tener problemas para llevar una vida normal.

No es muy raro hoy en día tener problemas para encontrar una talla grande de pantalón o conseguir un trabajo si padeces sobrepeso. La presión social a la que están sometidas estas personas es muy grande. Normalmente,se les acusa de llevar una vida sedentaria y comer en exceso aunque su causa muchas veces no tenga nada que ver.

La sociedad va moldeando nuestra manera de pensar mediante el aprendizaje y los procesos sociales. En este sentido, se hace responsable a las personas con este tipo de problemas por no ser capaces de poner remedio. Si una persona engorda se debe sobre todo a que no se es capaz de dos cosas: seguir una dieta saludable y/o hacer ejercicio. Es decir, es cuestión de fuerza de voluntad. Debido a ello se genera una amplia gama de prejuicios acerca de la personalidad de esa persona, que acaban poniendo en duda sus capacidades.

Importancia del apoyo psicológico en personas con obesidad

¿Cuál es la utilidad del debate sobre quién es el culpable? ¿Acaso nos ayuda a pensar en soluciones para arreglarlo? Se trata de un debate moral que no aporta remedios. Lo que hay que hacer es terminar de identificar las razones primarias de la obesidad y prevenirlas y combatirlas una a una. Y, por supuesto, que los hábitos se pueden cambiar, pero culpabilizando a las personas y echándoles en cara su supuesta falta de fuerza de voluntad no se consigue.

La obesofobia es producto de los prejuicios sociales y es peligrosa. Cambia la vida de las personas que la padecen, hasta el punto de que puede conducirlas a la anorexia o bulimia, entre otros trastornos alimenticios. Por este motivo es necesario un cambio radical de planteamiento. Por eso, se debe concienciar a la sociedad de la gravedad del problema para incrementar los estilos de vida saludables. Pilar Conde, psicóloga y directora técnica en Clínicas Origen, insiste en la importancia del apoyo psicológico en personas con obesidad o problemas de alimentación ya que resulta muy beneficioso para la persona. Ayuda a la persona a conseguir sus objetivos físicos y a sentirse mejor con ella misma.

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