Llega el verano, las vacaciones. ¡Por fin! Esa semana de vacaciones en pareja. ¿Expectativas? Ninguna, solo quieres verte dando un paseo por las playas de la costa con tu vestido blanco moviéndose con la brisa marina y de la mano de tu pareja. Recuperar esa sensación que, en algún momento has sentido donde creías que levitabais, donde todo fluía.
¿La realidad? La costa está llena de gente y si te gustaría tener alas, para levitar y escaparte de allí.
Los problemas sino los solucionáis, los arrastráis
Es una realidad totalmente utópica pensar que porque vayáis a un lugar paradisiaco alejado del «estrés» de vuestra vida diaria aquello que lleváis dentro, que está deseando salir pero no lo dejáis por miedos, vergüenza o falta de práctica no aflore o tenga consecuencias negativas.
¿Solución? Practicar la expresión emocional y la escucha activa. Es un momento perfecto para hablar de cómo os sentís, de qué partes de vuestra relación os gustaría mejorar o creéis que podéis cambiar.
¿Truco? Empezar por ti. Analizar aquello que podrías mejorar e incluso preguntarle ¿qué cosas de las que hago le hacen sentir bien? ¿qué cosas le hacen sentir mal? De esta manera estaréis trabajando en lo que cada uno puede cambiar y mejorar, y no «echándole la culpa al otro». Trabajar en aquello que está bajo tu control, siempre será más efectivo que lo que pertenece al otro. Es la oportunidad perfecta para comprobar si es real la frase «Da el amor que quiere recibir, pero entrégalo tú primero».
La regla de oro
¿No es cierto que estamos más acostumbrados a decir aquellas cosas que nos molestan que las que nos agradan? Decimos aquello que nos molesta con el objetivo de que cambie, pero ¿no tiene sentido decir la que nos agradan para que no cambien?
La regla de oro para recibir, es dar. Y para recibir estímulos positivos, es dar estímulos positivos. Por eso te proponemos a partir de ahora automatizar una «regla» para contigo mism@:
«Todas las cosas buenas, hay que expresarlas: siempre. No se es pesado por hacerlo, todo lo contrario, se es inteligente».
Estarás aplicando el reforzamiento positivo y además, ¡cuidado! que esta regla tiene un poder expansivo porque por un lado te enriquece a ti y por otro a quién le envíes este poderoso conjuro mágico.
Hablar sobre aquello que os apetece hacer a cada uno y ceder
¿Uno de los dos es más de pasarse largas horas tumbados en la hamaca de la playa mientras el sol calienta su cuerpo, que solo quiere moverse para refrescarse en el agua o ingerir alimento para continuar con el mismo proceso? ¿Mientras que el otro se aburre como un niño pequeño si está más de 15 minutos bajo el sol?
¿Y si probáis a ceder? Hacer una lista con 3 cosas que os gustaría hacer a cada uno en las vacaciones e intentáis que 2 de cada lista las hagáis juntos. Quizá sea un buen momento para probar experiencias nuevas que os sacarán de vuestra rutina y os generan nuevos recuerdos:
- ¿Y si alquiláis una bicicleta o patines y recorréis la ciudad/pueblo en ellos?
- ¿Escapada a la montaña y picnic incluido?
- ¿Qué te gustaba hacer cuando eras pequeño? Podéis jugar a las cartas en la playa o construir un castillo legendario.
No olvidéis, que no tenéis que hacerlo todo juntos. Puede que a uno de los dos le apetezca un día irse a dar una vuelta por la mañana mientras el otro descansa ¡es perfecto! Pasar tiempo separados, echaros de menos y cuando volváis a estar juntos compartir vuestra experiencia. Lejos de lo que podéis pensar a priori, pasar tiempo separados, disfrutando, puede ser un muy buen vehículo para enriquecer vuestra relación.
Clínicas Origen
Si queréis mejorar en conoceros, de manera individual y como pareja. Potenciar vuestra relación, mejorar en cualquiera de sus ámbitos: intimidad, comunicación, compromiso, sexualidad… Nuestro equipo de psicólogos estará encantados de daros las herramientas para que consigáis levitar: primero, cada uno de manera individual y después de manera conjunta. Para que podáis disfrutar vuestras vacaciones y vuestra vida en pareja como os merecéis.