¿Adicciones?  redes sociales, azúcar, compras…

Te vuelves adicto a algo o a alguien cuando «utilizas» esa sustancia o actividad para evadirte, camuflar tus sensaciones negativas internas e intentar escapar de ellas. ¿El problema? Que la conducta adictiva tiene efectos negativos dentro de ti y el problema que tienes y quieres olvidar no solo se mantiene, sino que muchas veces empeora. Poner capas y más capas por encima de tu problema solo hace más difícil su acceso a él y es necesario acceder a él para poder darle la solución que se merece. 

Dentro de las adicciones podemos hacer una gran diferenciación para la clasificación de las adicciones en adicciones a sustancias y a actividades. Repasaremos juntos cuales son las adicciones principales de cada una de ellas para que puedas identificar si estás cayendo en alguna. 

Adicción a sustancias

Dentro de las adicciones sustancias nos encontramos sustancias que provocan que tu sistema nervioso central (torre de mando de procesamiento de la información de todo lo que ocurre fuera de tu cuerpo y analizas y también de todo lo que ocurre dentro) se ‘relaje’ o trabaje más lento (ansiolíticos, opiáceos). O aquellas sustancias que provocan el efecto contrario, estimulan este procesamiento de la información (café, tabaco…)

Una droga muy «normalizada» en nuestra sociedad que sin embargo tiene muchas consecuencias negativas para nuestro cuerpo y cerebro es el alcohol. Aunque te parezca sorprendente se trata de una droga que adormece a tu sistema nervioso. No permite que el cerebro se comunique de manera fluida, ejerce una barrera para la recepción de determinados mensajes lo que se traduce en que tus movimientos sean más lentos, tu capacidad de procesar la información más ineficaz y que haya ciertas «barreras» mentales que no actúen por ejemplo la vergüenza. 

A todos nos ha pasado que una noche en la discoteca hemos sentido que hemos bailado como nunca antes en nuestra vida o que nos hemos acercado a esa persona que tanto nos gusta y que en otras ocasiones no éramos capaces ni de mirarle a los ojos. Esto se debe a que la parte de tu cerebro que se encarga de hacerte sentir vergüenza (entre otras) estaba «desactivada». Esto podrías verlo como algo «bueno»  porque te deshinibe y te permite hacer cosas que en tu estado de consciencia normal no te atreverías. Pero  otro de los efectos del alcohol dentro de tu cuerpo es que provoca daños en él, es como si fuera una pequeña forma de envenenamiento del que verás una de sus consecuencias al día siguiente cuando no puedas hacer mucho más que descansar en el sofá esperando a que los efectos se pasen.

Además, si en este caso tu «problema» está en no ser capaz de hacer aquello que quieres y que puede tener un potencial beneficio para ti cómo acercarte a la persona que te gusta hay fortalezas que puedes trabajar y te impulsarán a que ese problema desaparezca. Puede ser una falta de confianza en ti mismo, falta de habilidades sociales, tu predisposición a anticipar situaciones negativas o sentir que no tienes la capacidad de afrontar un rechazo. Todos estos «problemas» son problemas que tienen solución con la ayuda de tu psicólogo ¡y sin hacer daño a tu cuerpo, ni a tu salud!

Adicción a actividades

Además de a las sustancias, podemos volvernos adictos a ciertos comportamientos como por ejemplo el juego, los videojuegos, las redes sociales o incluso a las compras. 

Esto se produce debido al efecto momentáneo de placer que nos producen o (en muchas otras ocasiones) la capacidad que tienen de evadirnos de la realidad. Como todo, cuando se hace de manera consciente, coherente con nosotros mismos y con control sobre la conducta no tiene que ser malo, el problema viene cuando dejamos que nos «atrape» y al final del día hemos consumido 6 de las preciosas horas que tiene nuestro día en estas actividades que no «roban» horas de dedicarnos a cosas que aunque impliquen a priori un mayor esfuerzo, a la larga nos hacen sentir mejor con nosotros mismos, crecer y progresar. 

¿Cuántos libros te leerías al año si invirtieras el 50% del tiempo que inviertes en redes sociales en leer? Para poder leer necesitas activar muchas más partes de tu cerebro que para consumir de manera superficial contenido de las redes. Es por eso que al principio a tu cerebro le cuesta más ponerse a ello (aunque sepa que el potencial beneficio es mucho mayor). Es aquí donde uno tiene que tomar las riendas de su propio destino en cada momento de su día a día y anteponerse a ese «yo vago» que todos tenemos dentro y saber cuándo le permites divertirse un poco y cuando no es momento para ello.

2 comentarios en «¿Adicciones?  redes sociales, azúcar, compras…»

    • Hola Elena,

      Nos alegran mucho leer tus palabras, seguiremos publicando contenido que pueda resultarte interesante!

      Muchas gracias por compartirlo y si te gustaría leer sobre algún tema en particular, aquí estamos para escucharte 😊

      Responder

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