El acoso escolar o bullying es toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se repite a lo largo del tiempo. Si a tu hijo le insultan, difunden rumores sobre él, chantajean, amenazan, ignoran o aíslan de manera continuada en el tiempo, entonces está viviendo una situación de bullying y necesita tu ayuda.
Mi hijo sufre bullying: ¿qué hago?
1. Notificar al colegio
El colegio está obligado a implicarse, actuar y tomar las medidas necesarias para solucionar la situación de bullying. También en los casos en los que el acoso se da a través de tecnologías o incluso cuando ocurre fuera del centro escolar.
Por tanto, lo primero que debes hacer es solicitar una reunión con el tutor del menor e informar de la situación de bullying. El jefe de estudios y director también deben estar al tanto de la situación, si el tutor del colegio no lo ha notificado, puedes pedir la reunión tú. A partir de ahí, tenéis que trabajar para mejorar la situación como si fuerais un equipo y aseguraros de que las medidas que lleváis a cabo protegen al menor.
«El colegio tiene el deber de proteger a los menores».
El colegio debe contar con un protocolo «antibullying» que debe comenzar a implementar en el momento en el que se le notifica de esta situación. Pide que se te informe de en qué consistirá y qué medidas se tomarán a nivel individual y colectivo para frenar el bullying.
Aunque para poder llevar a cabo todas las medidas se necesitará un tiempo, es importante que supervises que se está cumpliendo el protocolo, y que el menor se siente seguro y protegido en los diferentes contextos en los que se relaciona.
2. Crear un clima cálido en tu hogar
Cada vez que un niño se abre y cuenta un problema que está viviendo, debes escucharle, creerle y como reforzar que te explique cómo se siente.
Habla con él sobre el temor que puede tener a recibir más amenazas por parte de los acosadores al haberlo contado. Por eso es muy importante que se tomen las medidas de protección necesarias en todos los contextos para aseguraros de que no se generará una exposición mayor al bullying.
«Un temor muy habitual es pensar que recibirán más violencia por parte de los acosadores si lo cuentan».
Si está viviendo una situación de bullying es importante explicarle que la violencia nunca se arregla con más violencia pero, siempre debe estar protegido. A partir de ahora, deberá llevar el móvil cargado y consigo y, en aquellos momentos en los que alguien ejerza violencia contra él o sienta miedo (también violencia psicológica como insultos, discriminación…) deberá informar a el adulto que se encuentre más cerca o llamar al teléfono de emergencias 112.
«Deberá llevar el móvil siempre y notificar a un adulto o llamar al 112 si ejercen violencia contra él».
Es importante transmitir seguridad y calma ante la situación. Explicarle que ha sido muy valiente en contar lo que estaba viviendo, que es la manera de solucionar esta situación, destacar que aunque ahora no lo crea, se trata de una situación temporal que mejorará, y que el hecho de que te lo haya contado va a permitir que esté más protegido.
3. Apoyo psicológico
El apoyo psicológico inmediato para tu hijo será fundamental para su bienestar. Le permitirá aprender a identificar y gestionar las emociones que está sintiendo de una manera saludable.
«Tu hijo necesita contar con apoyo psicológico profesional: existe en él un sufrimiento que no sabe gestionar».
Se trabajará el fortalecimiento de la autoestima, el entrenamiento en seguridad personal, la capacidad de defensa de sus derechos personales y entender cuándo y cómo debe poner límites.
También los sentimientos de inferioridad, sumisión, vergüenza o indefensión que puede estar teniendo, a consecuencia del bullying. Como las habilidades sociales para que pueda desarrollar vínculos de amistad saludables de las que pueda nutrirse.
¡Cuídate tú también!
Para poder cuidarte bien, debes cuidarte primero. Si la situación de bullying ya ha sido identificada, el colegio es conocedor, se está llevando a cabo el protocolo «antibullying» y tu hijo ya tiene nuestro apoyo psicológico entonces, es el momento de practicar la calma y seguridad que debes transmitirle a tu hijo.
Es importante que no descuides tus hábitos de alimentación, sueño y descanso para tener la energía que necesitas para poder dar lo mejor de ti en esta situación. Y, concederte tiempo para ti y tu propia salud mental.
«Para poder cuidar bien, necesitas cuidarte a ti primero».
Si notas que la gestión de la situación te está desbordando, no dudes en pedir cita con nosotros, seremos el apoyo que necesitas para que aprendas a gestionar emocionalmente el estrés que pueden estar desencadenando este problema en ti y sus consecuencias. También te daremos las pautas que necesitas para saber cómo generar el ambiente cálido y favorable de comunicación que tu hijo necesita.
No olvides aquello que debes transmitirle a él: es un problema temporal que con la ayuda adecuada se solucionará.