Fertilidad: Qué es y tratamientos para combatir los problemas de fertilidad

La fertilidad es la capacidad que como seres humanos tenemos para reproducirnos y tener hijos. Esta capacidad se relaciona de manera directa con la identidad, imagen corporal y autoestima de la mujer.

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¿Qué emociones aparecen al buscar un embarazo y no conseguirlo?

¿Estás buscando un hijo y no lo consigues? En España encontramos aproximadamente un 18% de parejas infértiles. Este dato, recogido por el Congreso Internacional sobre medicina reproductiva,  nos muestra que casi un quinto de la población no puede tener hijos de manera natural. Quizás como pareja creíais que erais los únicos o los diferentes, pero estas cifras señalan la gran cantidad de parejas que están en la misma situación. Y, ¿qué emociones se experimentan al descubrir que estás entre estos números?

Cuando una pareja se plantea tener un hijo y después de un tiempo determinado no lo consigue, pueden aparecer una serie de sentimientos y emociones que afecten de forma negativa a su estado físico y emocional. Encontramos el estrés, la frustración, la angustia y en algunos casos más extremos la depresión. Todos estos sentimientos y emociones impactan en la pareja tanto a nivel personal, como a nivel social y laboral, pudiendo llevar a ser la raíz de crisis, discusiones o separaciones. 

Si partimos de la base en la que la pareja ha generado unas expectativas previas respecto a un proyecto de vida, formando una familia con un nuevo miembro, y de repente se encuentran con que no consiguen tener hijos, puede llegar a ser una noticia muy dura y difícil de asimilar.

Cuando conocemos la realidad, cada miembro de la pareja empieza a cuestionarse si son ellos el problema de esta situación ante la necesidad de buscar una explicación a lo que está sucediendo. “¿Por qué me sucede esto a mi?” Los miembros se sienten enfadados, tristes, frustrados e indignados con la situación. En algunos momentos se sienten culpables incluso con ellos mismos, ya que pueden llegar a pensar que son ellos el problema. Llegan a tener inseguridades en su relación y pueden llegar a tener  miedo de que la pareja lo rechace por este motivo.

Es probable que cualquiera de los dos miembros de la pareja solo por pensar en la posibilidad de que nunca podrá tener hijos  le genere mucho estrés, y como consecuencia afecte de forma considerable en las diferentes áreas personales.

Por último, es importante destacar que la persona tiende a buscar soluciones e información por internet. Leer y asimilar estos datos pueden generar confusión en los pensamientos de la persona, llegando a sentirse perdida y engañada.

¿Qué miedos y comportamientos podemos experimentar al tener dificultades para tener hijos?

Enfrentarnos a la realidad es más complicado de lo que parece. Tras asimilar la noticia o empezar a recibir las primeras señales que apuntan hacia problemas de fertilidad, desencadenan nuestra batalla contra el miedo por lo que vendrá después y cómo encontrar la solución más efectiva.

Una vez iniciado el tratamiento médico-psicológico para la infertilidad, pueden surgir alteraciones emocionales en las parejas afectadas acompañadas de cambios de comportamiento. A las dudas y esperanzas sobre la efectividad o no de los tratamientos, se puede unir tanto el miedo como la culpabilidad, la frustración, la impaciencia, la soledad o el ocultamiento social y familiar de la situación.

¿Cuándo tomar la decisión de iniciar un proceso de evaluación de mí o nuestra fertilidad?

Ante la situación de evaluar nuestro estado de fertilidad, para tomar una decisión, lo primero que hay que tener en cuenta es que la fertilidad está influenciada por diferentes factores; como pueden ser la edad o el momento del ciclo en el que se encuentra la mujer. Por otro lado, debemos considerar que hasta que no transcurra determinado tiempo, no sabemos si la pareja puede quedarse embarazada, pues la infertilidad suele diagnosticarse después de un año donde la pareja no ha empleado métodos anticonceptivos, ni tomado precauciones para evitar el embarazo.

Como hemos comentado anteriormente, hay una serie de factores que pueden influir en la infertilidad.

  • Respecto a la edad, encontramos que las mujeres son más fértiles cuando tienen 20 años que cuando superan los 35. Se sabe que las mujeres a partir de los 35 años, la reserva ovárica va disminuyendo de una manera considerable, lo que dificulta la concepción de manera natural.
  • Por parte del varón, las causas están asociadas a la calidad, cantidad y movilidad espermática.
  • El peso es otro factor que afecta a la hora de conseguir quedarse embarazada. Tanto las mujeres que sufren sobrepeso, como las que sufren o padecen algún déficit alimenticio, tienen a tardar más en lograrlo.
  • El tabaco y el alcohol también son factores que influyen en la fertilidad tanto masculina como femenina, ya que se reduce el número y la calidad de los ovocitos y del esperma.
  • Por último, el estado de salud general y el estrés son dos elementos clave que pueden llegar a generar cambios en los niveles hormonales de cada miembro de la pareja.

De este modo habría que tomar la decisión de iniciar un proceso de evaluación, cuando hayan pasado mínimo 12 meses, teniendo en cuenta que la fertilidad óptima femenina oscila entre los 20-35 años de edad; y cuando el peso, el estado de salud y el estrés de los miembros sean los  adecuados.

En el caso que tengas o tengáis antecedentes de problemas de fertilidad, u os encontréis preocupados por vuestro estado de fertilidad, aún no habiendo pasado el año, se puede acudir a revisión médica para valorar que todo está correcto, especialmente en mujeres mayores de 35 años.

¿Por qué el estrés dificulta el embarazo?

Al hablar de situaciones que provocan estrés, es importante comprender el impacto que tienen en lograr quedarse embarazada y cómo poder disminuirlo.

Cuando nos sentimos ansiosos, agobiados, estresados, nuestro sistema nervioso libera hormonas del estrés como el cortisol, las cuales pueden llegar a  aumentar nuestra frecuencia cardíaca, acelerar la respiración superficial e incrementar la presión arterial. Debido a la respuesta de lucha o huida que se desencadena cuando surge una situación extremadamente estresante, cualquier sistema que no sea necesario para la supervivencia se “apaga”, incluido el sistema reproductivo. Es por eso que el estrés puede alterar el ciclo menstrual afectando y retrasando el periodo de ovulación en las mujeres. Investigadores de la Universidad de Oxford afirman que las mujeres que sufren ansiedad tienen un 12% menos de probabilidades de quedarse embarazadas.

El estrés es una barrera que dificulta a las parejas conseguir el embarazo. Se reconoce que las técnicas de relajación ayudan a las mujeres que anteriormente experimentaban dificultades de concepción a quedar embarazadas.

Reducir el estrés puede ser una excelente manera de aumentar el flujo sanguíneo a los órganos reproductores y, por lo tanto, aumentar el suministro de nutrientes en esas regiones.

¿No consigues el embarazo? Analiza honestamente los niveles diarios de estrés y descubre los mecanismos para aliviar parte de él. Este esfuerzo no solo tendrá un impacto positivo en la salud física y mental, sino que también mejorará la capacidad para concebir.

¿Cuáles son los síntomas psicológicos durante el proceso de diagnóstico de problemas de fertilidad?

Hay que tener en cuenta que para conseguir el embarazo, el estado mental y emocional de una persona es muy importante, así como el físico.

Cuando una pareja se entera de que por uno o por ambos no pueden ser padres de forma natural van a experimentar una serie de emociones nuevas para ellos. Estas pueden ser distintas en cada pareja, pero encontramos un conjunto de síntomas comunes y compartidos. Los principales sentimientos y emociones que van a sufrir son:

  • Estado de ánimo bajo o irritable en la pareja. Se experimenta tensión y nerviosismo por ambas partes debido a las preguntas sin respuesta, la incertidumbre y la tristeza que se apodera de la pareja por enfrentarse a unos expectativas distintas a las esperadas.
  • Culpabilidad individual independientemente de la situación, donde la negativa carga emocional nubla los pensamientos racionales.
  • La pareja también puede sufrir vergüenza por el “qué dirán” y por cómo la gente pueda verlos, pudiendo llegar a tener temor por las reacciones de su entorno y familia.
  • La pareja se sentirá frustrada debido a que tendrá que enfrentarse a gastos económicos inesperados, así como inversión de esfuerzo y tiempo tanto físico como emocional, para poder tener el hijo sin saber con certeza si lo logrará.
  • En estas circunstancias y después de tanto tiempo intentándolo es habitual que la pareja piense que es la útima oportunidad para intentar tener un hijo.
  • Es muy probable que tengan sentimientos de desesperanza y abandono, junto con pensamientos negativos comparando su situación con una vida sin color.
  • A raíz de la angustia y la tristeza, la pareja puede dejar de realizar actividades que solían realizar.
  • El sueño puede verse afectado. Se pueden experimentar tanto problemas para conciliar el sueño debido a la angustia o al estrés al que se está sometiendo, como exceso de sueño por la desmotivación y la desgana.

Áreas afectadas de las personas en procesos de fertilidad

Las emociones que hemos comentado anteriormente tienen repercusión en las diferentes áreas de la pareja. Nos encontramos con que las más afectadas son:

  • Ocio: la pareja al sentirse decaída por enfrentarse a unas expectativas opuestas a las que se habían creado, la ilusión que tenían por ser padres, de repente todo se derrumba. Con el estrés, la frustración y la angustia, es muy probable que la pareja deje de realizar actividades y prefiera aislarse. De este modo, evitarán todo aquello que previamente les hacía sentirse bien y alegres.
  • Amistades: las personas cercanas que les rodean los van a notar más sensibles, de un modo más irritable y más preocupados de lo normal. En algunos casos puede ser que la pareja se lo comunique a sus amigos pero también es probable que por vergüenza o temor, o porque todavía no lo hayan encajado prefieran evitarlo. En esta área social sucederá algo parecido que con el ocio. La pareja no tendrá muchas ganas de quedar con los amigos ya que se encontrarán tristes y preocupados.
  • Familia: con la familia la pareja puede llegar a reducir el contacto que tenía previamente con ellos. Si la familia conoce su situación, es muy probable que quieran intentar ayudar todo lo posible. Pero, al querer evitar que los familiares se preocupen, o por el estrés que les pueda generar las preguntas sobre el tema, disminuyan el contacto, o eviten hablar del tema.
  • Trabajo: en el área laboral la pareja puede llegar a encontrarse desmotivada en su respectivo puesto de trabajo. No tienen la ilusión ni concentración suficiente para llevar a cabo tareas, llegando incluso a mostrar un rechazo a la hora de ir a trabajar. La indignación o frustración por no conseguir ser padres puede hacer que realicen comportamientos en el trabajo que anteriormente no realizaban, desde una actitud un tanto pasiva hasta mostrarse irritables.
  • Desarrollo personal: es un área donde la pareja tanto juntos como por separado se siente bastante afectada. Sienten que no pueden avanzar debido a su dificultad para crear una familia más grande tal y como ellos querían. Esto puede hacerles entrar en un bucle negativo donde predominará la tristeza, la inactividad, la apatía y el rechazo a nuevos objetivos y retos personales.

Intervención psicológica

Desde Clínicas Origen trabajamos la fertilidad con mucha delicadeza, sabemos la importancia del motivo por el que nuestros pacientes acuden a nuestras consultas. Con este tipo de problemas solemos llevar a cabo un tratamiento psicológico en el que la pareja, tanto conjuntamente como por separado, pondrán en marcha una serie de estrategias y herramientas necesarias para mejorar la calidad de vida de la persona y de la pareja.

La ayuda que los profesionales proporcionan es fundamental para llevar a cabo un buen tratamiento, basándose así en la terapia cognitivo-conductual, por la cual intervendremos en tres diferentes áreas: los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Mediante la modificación de ciertos aspectos en cada una de las tres áreas y el asesoramiento de nuestras clínicas de confianza sobre la parte médica, Clínicas EVA, observaréis las diferentes soluciones a vuestro problema y una mejora progresiva en vuestra calidad de vida, tanto individual como en pareja.

De este modo para la intervención psicológica vamos a tratar diferentes aspectos tales como:

  • Psicoeducación y validación emocional: es importante entender qué emociones se van a activar tanto si estoy buscando el embarazo de manera natural como si estoy en proceso de reproducción asistida. Entender el porqué de mis emociones, procesarlas y gestionarlas.
  • Asertividad: en mi entorno va a haber situaciones a las que enfrentarme, preocupaciones y preguntas de seres queridos o conocidos. Decidir qué personas quieres que formen parte de acompañamiento, y cuales no, poner límites, entrenar respuestas de afrontamiento, para disminuir el estrés que me genera las preguntas externas.
  • Relajación, mindfulness: es importante trabajar el estado de desactivación psicofisiológico, por el tema del cortisol y de que la persona pueda salir en algunos momentos del bucle que le producen los pensamientos negativos. Las terapias de relajación como el mindfulness nos van a hacer encontrar la paz mental que tanto nos es necesaria en algunos momentos del día.
  • Prevención de respuesta: con el psicólogo anticiparás posibles escenarios y te preparas sobre cómo quieres afrontar dichos escenarios, esto te permitirá seguir hacia adelante ante las adversidades que puedan ir surgiendo.
  • Eliminar herramientas de afrontamientos desadaptativos: la ansiedad se alimenta en función de cómo la gestionamos, hay veces que ponemos mecanismos que hacen que la bola se haga más grande, por lo que en nuestras clínicas valoraremos qué herramientas de las que has activado te benefician y cuáles no.
  • Regulación emocional: vamos a trabajar en la capacidad de la persona para gestionar y responder de forma eficaz a una experiencia emocional. De este modo cuando experimentes alguna emoción al pensar en la fertilidad puedas ser capaz de entenderla y regularla, impidiendo que te limite en tus objetivos.
  • Modificación de pensamientos negativos: en nuestras clínicas se te van a proporcionar una serie de herramientas y estrategias para que seas capaz de gestionar y modificar los pensamientos negativos que te van a aparecer debido a las dificultades para conseguir el embarazo.
  • Relación de pareja: es una situación complicada para la pareja donde puede llegar incluso a generar una crisis dicha situación. Nosotros vamos a trabajar para que adquiráis herramientas necesarias para superar dicha situación, fortalezcáis la pareja, mejoréis vuestra calidad de vida y en definitiva, volváis a encontraros como antes estabais entre vosotros.
  • Rutinas y ocio: la pareja debe volver a realizar rutinas y actividades que con anterioridad le producían alegría y satisfacción. En nuestras clínicas os vamos a ayudar a encontrar esas actividades para posteriormente realizarlas de nuevo, para mejorar vuestra calidad de vida, tanto individual como en pareja.

¿Cómo ayudar a un amigo o familiar con dificultades para conseguir el embarazo?

La infertilidad es una experiencia de incomprensión que puede ser difícil de entender si no hemos pasado por ella. Puede también llegar a ser un tema incómodo, donde las personas a menudo tratan de minimizar el problema cuando hablan con amigos con infertilidad. Pero, cuando descubrimos que nuestros amigos se enfrentan ante dificultades para conseguir el embarazo, ¿cómo debemos actuar?

A continuación queremos ofrecer algunos consejos sobre cómo desempeñar un papel positivo en el sistema de apoyo social de nuestros seres queridos o familiares para ayudar a fomentar su éxito, mantenerlos encaminado y evitar obstaculizar su progreso.

“Soy infértil” o “no consigo quedarme embarazada”, lo más importante al escuchar estas palabras es que confían en ti. Sin embargo, saber cómo brindar este apoyo puede ser complicado, especialmente si nunca has experimentado la infertilidad.

Para ello, lo primero que debemos hacer es estar bien informados para saber cómo puede la dificultad de concebir estar afectando a la pareja. Expresar nuestra comprensión hará que aquellas personas que se enfrenten a esta situación reciban el mensaje de apoyo y se puedan llegar a sentir respaldadas. Hay que intentar transmitir que estamos ahí para ellos y que su bienestar y salud es lo que más nos preocupa.

Los cánones que la sociedad ha ido creando pueden hacer que nos sintamos avergonzados por no poder lograr el embarazo. Es por eso que debemos evitar que se sientan culpables de su estado. Para ello, intentaremos estimular y generar expectativas realistas que puedan ir abriendo camino a la solución del problema.

Cada pareja afronta la infertilidad y las dificultades de lograr el embarazo de diferente manera. Hay quienes necesitan distracción, algunas necesitan desahogarse, algunas piden espacio y otras necesitan sumergirse en el tema y estudiar todas sus posibilidades de éxito. Es por esto que debemos simplemente escuchar. Ser positivos y demostrar que creemos en su capacidad para encontrar la solución al problema y ponerse en acción para intentar solucionarlo.

Por otro lado, es de gran ayuda intentar proporcionarles buenos recursos tanto terapéuticos como médicos. Es posible que no sepamos a quién acudir o a quién recomendar si nunca hemos pasado por algo parecido. Encontrar estos recursos y guiar a nuestros amigos o familiares hacia un profesional de la salud mental hará que este pueda diagnosticarle y brindarle el tratamiento que necesite.

Si tus seres queridos están luchando por conseguir el embarazo o enfrentándose a la infertilidad, puedes ser tú quien desempeñe un papel positivo alentando su éxito; haciéndole saber que te preocupas por él, celebrando su progreso y proporcionándole el tratamiento profesional necesario.