Loco por Ella, es la nueva comedia romántica de Netflix que cuenta la historia de Carla y Adrián dos jóvenes que pretenden pasar una noche loca y no volverse a ver nunca. Sin embargo, Adrián acaba enamorándose de Carla y, al descubrir que está ingresada en un hospital psiquiátrico, se interna en este para conquistarla.
La historia de amor de Dani de la Orden da mucha visibilidad a los trastornos psicológicos y a cómo lo viven estas personas y sus familiares. Muchos de vosotros queréis más información sobre los trastornos psicológicos de los personajes. Por eso, desde Clínicas Origen vamos a explicar los trastornos de Carla, Saúl y Marta algunos de los protagonistas de Loco por ella.
Carla – Trastorno Bipolar
La protagonista de la película, Carla está diagnosticada de trastorno bipolar. Este trastorno (también se conoce como enfermedad maniacodepresiva) es una enfermedad mental en la que la persona tiene etapas en las que presenta un estado de ánimo más eufórico y otros de decaimiento/tristeza.
Es decir, las personas que padecen trastorno bipolar tienen fases eufóricas, fases depresivas y fases de estabilidad. Estas fases pueden afectar en la capacidad para realizar su vida cotidiana.
Saúl – Esquizofrenia
Si ya habéis visto el filme sabréis que, aunque Saúl no es el protagonista, es uno de los personajes que más calan a los espectadores. Saúl sufre esquizofrenia un trastorno mental grave en el que la persona interpreta las situaciones de forma irreal llegando a tener delirios o alucinaciones.
Marta – Síndrome de Tourette
El síndrome de Tourette ya ha sido tratado en otras películas con comicidad como “toc toc” y es el trastorno que sufre Marta. Este trastorno hace que la persona que lo padece tenga tics que pueden ser movimientos y sonidos, que no pueden controlar.
Por último, queremos que dejar en palabras la reflexión final sobre el protagonista de la película. Sino la has visto, es hora de parar de leer y ponerla en Netflix:
“La próxima vez que vea a alguien triste, no voy a pedirle que sonría, ni le voy a prometer que recuperarse está en sus manos. Si de verdad quiero ayudarle, lo que voy a hacer es hacerle saber que, aunque no sea capaz de entender lo que le pasa estaré ahí si me necesita.”
