¿Qué pensamientos y emociones suscita en ti el abrir tu nevera? ¿Eres consciente de ello o has tenido que parar a analizarlo? ¿Cuánto tiempo al día dedicas a pensar en comida? y, mucho más importante: ¿cómo son estos pensamientos? porque puedes pasar muchas horas de tu día pensando o mejor, actuando sobre tu comida (cocinando con esmero, esfuerzo y gusto) o pueden ser muchas horas angustiada por aquello que has comido o dejado de comer o aquello que comerás o no comerás.
Te invitamos a dedicar 5 minutos a reflexionar sobre cómo es tu relación con la nevera y así podremos valorar posibles aspectos para mejorarla.
Antes de abrir la nevera
Te proponemos un pequeño juego, cuaderno en mano (o móvil para los más adaptados a las nuevas tecnologías) párate a pensar y siéntate a escribir sobre cómo te sientes o cuáles son tus pensamientos antes de abrir tu nevera.
- «Me siento cansada, con falta de energía». Sería un ejemplo de una percepción de tu cuerpo.
- «Me siento triste, nerviosa, preocupada». Sería un ejemplo de una emoción de las que llamamos negativas (te recordamos que las llamamos emociones negativas porque nos producen malestar, pero están ahí para decirnos algo y es necesario escucharlas y aprender a entenderlas). Esto sería un ejemplo de una emoción.
- «En realidad no siento hambre, pero como mis convivientes van a comer, tendré que hacerlo yo también». Es interesante analizar esto también, hasta qué punto te estás guiando por pautas establecidas por factores externos o por tus propias sensaciones y necesidades internas.
Con la nevera abierta
¿Dentro de todas las opciones que tienes? ¿Por cuál te decantas? ¿Qué es lo que a tu cuerpo le apetece? Y, atento a la pregunta: ¿qué es lo que a tu cuerpo le apetece?, no a tus emociones negativas que se sienten mal y quieren poder sentirse mejor a toda costa y bajo cualquier precio. Porque a estas emociones les dará igual hacer daño a tu cuerpo y elegir las patatas fritas, los bollos o los ultraprocesados para su beneficio inmediato.
¿Qué es lo que tu cuerpo necesita para poder funcionar y tener la energía que necesita y de la mejor calidad posible para hacerlo? Esperamos que esa sea la opción que elijas y, si tienes cualquier duda sobre cuál es la mejor opción para ti: nuestros profesionales estarán encantados de atenderte.
Tras cerrar la nevera
Si has elegido alimentos que quieren trabajar por y para tu cuerpo, hacerte sentir bien ¡enhorabuena! Te estás queriendo, te estás cuidando, estás trabajando por hacerte feliz.
Te animamos a estar presente, tanto durante tu elaboración del plato de tu comida, como mediante tu degustación. Es un momento para ti, para nutrirte, para darte esa energía que necesitas para funcionar.
¿Estás acostumbrada a comer mirando la televisión?, ¿el móvil?, ¿atento a conversaciones? Y, qué tal si pruebas a estar atento a aquello que estás comiendo. Al menos, durante ese primer bocado.
Imagina que una nave espacial ha traigo a tu plato como regalo ese bocado ¿cómo te relacionarías con él? Lo observarías, ¿verdad?. Quizá luego lo olerías para, después inspeccionarlo durante un rato con tus labios o lengua.
Gracias a todo este proceso, tus papilas gustativas están expectantes, tu saliva se ha puesto manos a la obra al igual que tus jugos gástricos están deseosos de empezar a actuar. ¡Estás trabajando con tu cuerpo! ¡Ayudándole a hacer la digestión que en un momento comenzará a hacer! Enhorabuena doble, ¡eso es trabajo en equipo!
WM Clinics
En WM Clinics somos profesionales formados durante muchos años en el acompañamiento de procesos de pérdida de peso y mejora de hábitos en relación, entre otros aspectos, con la comida.
El trabajo en equipo de nuestros profesionales: médicos, nutricionistas y psicólogos. Así como la metodología de nuestros tratamientos te permitirá entender qué está fallando en tu relación con la comida y aprenderás a solucionarlo. Mejorando así tu calidad de vida, la salud de tu cuerpo y cómo te ves y sientes respecto a él. ¡Te estamos esperando 😊!
