¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta natural de nuestro organismo regulada por el Sistema Nervioso Autónomo que se dispara cuando nos sentimos amenazados. Todas las personas tienen el Sistema Nervioso Autónomo y nos ayuda a reaccionar con rapidez en situaciones peligrosas.
Por ejemplo: estamos conduciendo en una autovía y vemos que a 200 metros a habido un accidente, nuestro sistema se activa ante la situación de peligro, reacciona rápido y en un periodo muy breve de tiempo miramos si hay coches, cambiamos las marchas, frenamos. Esta reacción tan rápida se produce gracias a la ansiedad.
En todas estas situaciones la ansiedad es nuestra aliada. Sin embargo, el problema existe cuando se tiene ansiedad en circunstancias no peligrosas.
Tipos de ansiedad
Ansiedad adaptativa: Es aquella ansiedad que se activa ante situaciones, lugares o personas que son peligrosas de manera objetiva, Es decir, situaciones en las que cualquier persona experimentaría ansiedad.
Ansiedad no adaptativa: Es el tipo de ansiedad que aparece en situaciones, lugares, o recuerdos que no son amenazantes de manera objetiva. La ansiedad no adaptativa continuada en el tiempo se convierte en un trastorno de ansiedad.
¿Cuáles son los síntomas?
- Preocupación excesiva durante las actividades diarias
- Dificultad para controlar la preocupación constante
- Falta de concentración
- Taquicardia, sudoración, presión en el pecho
- Cansancio constante
- Dolor de cabeza, muscular o estomacal
- Problemas de sueño
- Realizar comportamientos para comprobar que aquello que te preocupa se encuentra bien
Cuando una persona comienza a tener una ansiedad prolongada se recomienda que acuda a un profesional psicológico.
En Clínicas Origen contamos con Tratamientos Psicológicos especializados para personas con problemas de ansiedad, en el que enseñamos a entrenar y poner en marcha estrategias y herramientas para disminuir la ansiedad.
Estos tratamientos se basan en la orientación cognitivo-conductual, por lo que el tratamiento contempla la intervención en tres áreas: los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Gracias a ir modificando ciertos aspectos en cada una de estas tres áreas se mejora el bienestar emocional de la persona.
