Las entrevistas de trabajo pueden resultar una experiencia difícil para algunas personas. Puede que los nervios nos jueguen una mala pasada y perdamos la oportunidad de conseguir el trabajo soñado.
Las empresas buscan a su candidato perfecto, pero nosotros podemos ir bastante preparados para destacar sobre el resto de los candidatos.
Investiga el puesto de trabajo y la empresa
Busca la página web y redes sociales de la empresa. Lee su filosofía, comentarios de los clientes… Con todos los datos importantes, elabora una opinión sobre estos. De esta manera, si el entrevistador te hace una pregunta sobre la empresa «¿Qué te llama más la atención de nuestros productos», tendrás preparada la respuesta correcta.
Hazle saber al entrevistador que te encantaría trabajar en su empresa y por eso conoces todo sobre ella. No hay nada mejor que contratar a alguien que cree en tu empresa y quiere sacar adelante cualquier proyecto que se plantee.
Apréndete tu currículum
No es necesario decir que siempre escribamos la verdad en el curriculum, pero además, hay que ser consciente de lo que has puesto. Sobre todo, en las preguntas de «¿Cuánto tiempo has estado trabajando en tu última empresa?», el entrevistador valorará tu respuesta rápida y firme.
Tienes que hacer tus propias preguntas
– ¿Que puesto ocupa usted en la empresa?
– He leído sobre sus nuevos proyectos/productos. ¿Que tal están funcionando?
Cómo debes comportarte al finalizar la entrevista
Despídete del entrevistador agradeciendo la oportunidad que te han dado, procura sonreír y mirarle a los ojos. Debes darle un apretón de manos, y despedirte con un estado de ánimo tan positivo como el que tenías al saludarle por primera vez.
- Para el momento de escoger la ropa que vas a ponerte, lo que te voy a aconsejar es que vistas de forma adecuada para el puesto. Eso quiere decir que deberás acudir arreglado y limpio, sin ninguna estridencia en el pelo o el maquillaje. No hay otro secreto.
- Siempre debes acudir a la entrevista con tiempo de sobras, 10 minutos antes de la hora es lo ideal.
- Tu lenguaje corporal dice mucho sobre ti, así que mantén la calma. Adopta una postura recta en la silla, no cruces los brazos, ni las piernas, y gesticula lo necesario para reforzar tus argumentos.
